LA “CATEDRAL” DE LA AVENIDA LAS HERAS – LA VERDADERA
HISTORIA CONTADA POR UNO DE LOS NIETOS DEL ARQUITECTO ARTURO PRINS
El Sr.
Enrique Gustavo Prins, nieto del Ingeniero y Arquitecto Arturo Prins, me envió
el siguiente texto que escribió sobre los detalles de la historia y el juicio
que tuvo que llevar adelante su familia por la construcción del edificio de la
facultad de derecho de la Universidad de Buenos Aires sobre la Avenida Las
Heras, actual Facultad de Ingeniería. Quisiera compartirlo con ustedes
acompañado de algunas imágenes.
Arturo Prins 1877 – 1939
Hay
un viejo dicho que algunas cosas suceden no por casualidad, sino
por causalidad. A lo largo de mi vida, he ido comprobando con la
sonrisa típica del que ve la cosa desde lejos, desde fuera de la escena,
la cantidad de dimes y diretes, acerca de tu inconclusa facultad, querido
abuelo: un sin fin de artículos, algunos con rigor científico, otros con
la sabiduría del que se cree un experto en el tema y con el pulgar escondido
en el bolsillo o al costado del chaleco, daba cátedra ante sus escuchas,
en al ámbito que le tocara, o escuchar micros televisivos referidos a este
tema etc., y hasta en la facultad de arquitectura me han contado alumnos
que se escuchaba por boca de algún profesor, que haciéndose eco, se hacía
cómplice de la tan difundida y aguda mentira de su suicidio.
Cuenta otro de tus nietos, Alberto R. Robredo, en un
artículo: “Las Heras no fue un megalómano intento de Prins, como se afirmó
tantas veces, sino el megalómano proyecto inconcluso de las autoridades de
la Facultad de Derecho de esa época”…”Cuando dichas autoridades llamaron a
concurso, lo ganó con un proyecto afín con el siglo XX, en sus primeros
años. El Consejo de la Facultad de Derecho, lo anuló y llamó a un nuevo
concurso para construir en gótico, por considerar este estilo más adecuado
al Derecho”… “Los debates entre el arquitecto Prins y el Consejo de la
Facultad fueron memorables, ya que éste sostenía que edificar gótico en
pleno siglo XX era indigno para un país moderno y pujante, además de la
enorme inversión que eso representaba”.
El Consejo no dio marcha atrás y Prins viajó a Europa a estudiar gótico.
A su regreso nuevamente ganó el concurso, pero sucedió lo anticipado por
él: los fondos eran insuficientes y hubo que suspender la obra del Palacio
del Derecho, del que sólo queda una inconclusa muestra en Av. Las
Heras, inaugurada el 22-12- 1925. Por supuesto quedaron también
inconcluso el pago de los honorarios. Esto derivó en un largo
juicio. Y aquí viene no la casualidad sino la causalidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario