Entretanto, mientras los franceses intentan vencer esta
oleada nacional, Napoleón continúa en Bayona con su plan de aniquilar a los
Borbones de España con el frío método previsto. Si Fernando VII es aún rey, hay
que hacerlo volver de la abdicación de Aranjuez, para lo cual debe devolverse
la corona a su padre Carlos IV. El 6 de mayo, Fernando VII consiente, no sin
dura resistencia, y la corona vuelve a las manos de su padre, si bien no a sus
sienes, pues éste la transfiere a Bonaparte para que la entregue a quien juzgue
mas conveniente. Su hermano José, rey de Nápoles, acude a Bayona: se hace una
consulta -por simple fórmula- al Consejo de Castilla, y Napoleón proclama a su
hermano rey de España, concediendo al país una constitución liberal.
En toda la
España sublevada contra la usurpación, se constituyeron Juntas a la lealtad a
FernandoVII -"el Deseado"-, y se reconoció la autoridad de la Junta
Suprema Gubernativa que presidía Floridablanca.
Napoleón volcó en esta lucha el grueso de sus tropas
escogidas y el mayor número de sus famosos mariscales del imperio. Inglaterra,
aliada a España, con una primera fuerza expedicionaria que, al mando de Moore,
actúa en Galicia, formaliza su mayor presencia con la intervención de Arthur
Wellesley, duque de Wellington.
En los años 1807/1808 se producen estas principales
acciones: en el norte, Napoleón Bonaparte cruza los Pirineos y toma Vitoria,
cruza el Somosierra y entra en Madrid. Persigue a Moore por Tordesillas y
Astorga. En Galicia, el mariscal Soult toma Lugo, Santiago y entra en Portugal
por Oporto. En Cataluña, los generales Lefevre y Verdier producen la acción del
Bruch y el primer sitio heroico de Zaragoza, mientras Duhesme ataca a Gerona.
En el Levante, el mariscal Víctor ataca de Aranda a Castellón. Finalmente, en
Andalucía, los generales Gobert, Dupont y Vedell sufren la primera derrota de
los ejércitos napoleónicos en los campos de Andújar y Bailén (acción en la que
interviene José de San Martín como integrante del Regimiento de Caballería de
Borbón).
Al siguiente año, 1809, Napoleón se reintegra a Francia para
atender sus asuntos europeos y dispone que el mariscal Lannes domine a
Zaragoza, donde se ha vuelto a refugiar Palafox después de la derrota de Tudela
y Gerona. Los mariscales Saint Cyr y Augereau golpean con un tercer sitio a
Gerona; Soult y Ney dominan en Galicia; Suchet en Aragón y Víctor cubre Madrid,
Toledo y Medellín.
El año 1810 contempla una nueva invasión del mariscal Suchet
a Cataluña, procedente del Rosellón; Soult invade a Andalucía y Sebastiani,
desde Granada se dirige a Murcia y Alcoy. En el año 1812 comienza la lenta
reconquista con el auxilio de Wellington, quien toma Ciudad Rodrigo y Badajoz y
da el golpe magistral a Mormont en Arapiles. En 1813. el mariscal Soult es
llamado a Francia y José Bonaparte traslada la capital a Burgos. Wellington
entra en Madrid y el 11 de diciembre se firma el Tratado de Valencey, donde se
encontraba prisionero Fernando VII, sin ratificación de la Regencia ni
aprobación de las Cortes. Fernando entraba así en su reino, en marzo de 1814,
restaurando su poder absoluto contra la acción de los liberales
"doceañistas" que consolidaban las victorias conseguidas y contra los
movimientos de liberación que se sucedían en las colonias americanas.
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