1882-1991 - CRECE UNA NUEVA PUERTA ABIERTA AL MUNDO
Ya estaba en marcha la gran empresa constructiva, habían quedado atrás los ecos de las últimas celebraciones fundacionales y se imponía la necesidad de asumir la realización concreta. La hora era convocante. Y no solo los recién llegados , sino también los asentados en el paraje desde antigua data, asumieron el desafío con responsabilidad y entusiasmo, convencidos de que estaban escribiendo una importante página de la historia.
Los edificios públicos, concebidos para superar, inclusive a los existentes en Buenos Aires, -la capital perdida- , comenzaron a levantarse, como por arte de encantamiento, con vertiginosa rapidez.
Arquitectos de prestigio internacional fueron invitados a trazar las armoniosas líneas de palacios monumentales. Y varios de ellos, que recibieron generosa recompensa, proyectaron , uno, la casa de Gobierno, otros la casa de la Legislatura, la Municipalidad, el Museo de Ciencias Naturales, el Teatro Argentino, el Ministerio de Gobierno, la Dirección de Escuelas, etc. Por solo citar a los mas importantes, mientras se contemplaba también la iglesia San Ponciano, el Palacio de Hacienda, los Bancos de la Provincia e Hipotecario y se daba comienzo a la erección de la estupenda Catedral gótica , inspiración de BENOIT.
Y complementariamente se construían viviendas particulares, se tendían las vias tranviarias, se habilitaban mercados para el abasto público, se levantaban hospitales y escuelas, se pavimentaban calles, se proveía el agua corriente, se instalaban servicios de iluminación a gas, y aún eléctrica -novedad prácticamente mundial– para la época, - se arbolaban calles, se urbanizaban las plazas y aún el Bosque, de la antigua estancia de Iraola, aparecía transformado.
Asimismo, se hacía ingresar el ferrocarril por diagonal 80, hasta el mismo corazón de la ciudad y se instalaban el telégrafo y el teléfono, y se levantaban viviendas específicas para funcionarios jerárquicos y simples empleados, a los cuales se les cobraba un módico alquiler.
Fue tanto el prodigio obrado en las antiguas lomas ensenadenses, que antes de cumplirse cinco años de la colocación de la piedra fundamental, La Plata ya era una ciudad cabal, sitio de visita obligada para visitantes extranjeros y asombrados porteños, que no podían creer lo que sus ojos veían.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario