EL golpe militar del 4 de junio de 1943 le brinda a Perón la primera oportunidad política, que él sabría aprovechar al máximo. Por haber participado de la conspiración que derrocó al Presidente Castillo, le correspondía un cargo en el nuevo Gobierno y fue nombrado en octubre de ese año Director del Departamento Nacional del Trabajo, una función de segunda jerarquía pero que se encargó rápidamente de elevar de rango al convertirla en Secretaría de Estado de Trabajo y Previsión, a nivel ministerial.
Perón era el más lúcido de los oficiales del GOU -la logia golpista del 43- y en poco tiempo logró convertirse en su protagonista principal, a medida que el proceso avanzaba.
La Secretaria de Trabajo le sirvió por ejemplo para tomar contacto con los sindicatos y establecer allí su gran plataforma de lanzamiento político; pero fue el GOU el que le abrió las puertas del poder para obtener sucesivamente él Ministerio de Guerra, en febrero del 44, y la Vicepresidencia de la Nación tres meses después. A partir de allí, Perón pasó a controlar todos los resortes claves del Estado, pues retuvo los tres cargos y ejerció un dominio absoluto sobre el Presidente Farrell.
Era un poder asentado sobre dos pilares básicos: el Ejército y la clase obrera, controlados mediante el Ministerio y la Secretaría. La Vicepresidencia le confería, además. la representatividad de un Gobierno apoyado por otro importante factor de poder, la iglesia Católica, favorecida con la implantación de la enseñanza religiosa.
http://www.magicasruinas.com.ar/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario