TIEMPO NUEVO - CANAL 11 - SEPTIEMBRE 1974
Nunca pensé -ni yo, ni Mariano Grondona, ni nuestro invitado, el señor Raúl Lastiri-que el programa Tiempo Nuevo, emitido el lunes 23 de septiembre de 1974 a las 22 por Canal 11, iba a alcanzar tamaña resonancia. Desde el exterior llegaron cables refutando juicios. Los diarios argentinos cubrieron columnas con las declaraciones del presidente de la Cámara de Diputados. En el Senado, el doctor Leopoldo Bravo hizo ”uso” de uno de los momentos del programa al analizarse la violencia y su consiguiente ley represiva.
Cuando concurrí -previa cita-al despacho de la Presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación para mantener una entrevista con el señor Raúl Lastiri e invitarlo al programa, su primera reacción, que después mantuvo, fue ésta: “Yo le agradezco mucho que haya pensado en mí, pero realmente creo que se equivoca, porque yo no soy atractivo para su audiencia de TV. Soy un hombre que no ha buscado el sitial que ocupo. Nunca fui a un canal de televisión y no creo que la gente esté ansiosa por escuchar mis juicios". Insistí y le argumenté que como titular de la Cámara había logrado un gran ambiente, una concordia total que el propio diputado Héctor Sandler, que me precedió por minutos en la reunión con él, había salido vertiendo opiniones muy elogiosas por el amparo que encontró cuando fue a denunciar que lo habían amenazado de muerte. Eran esas razones significativas para acentuar la invitación. Sólo entonces aceptó -yo diría sin convicción plena de su importante rol en la vida argentina-y sólo nos volvimos a ver a la hora del programa en el Canal 11. Ahí, sin ningún límite, "pueden ustedes preguntar sobre todos los temas", fue su primera expresión apenas nos saludamos. Se inició el programa en plena libertad responsable. Ni él sabía qué temas se abordarían, ni nosotros conocíamos sus respuestas y mucho menos testimonios históricos de tan alto efecto, que incluso nos sorprendieron como pocas veces a quienes ya tenemos métier y hemos perdido parte de esa valiosa facultad de asombro. Como respetamos al máximo a nuestros invitados, y ellos a nosotros, no existen acuerdos previos de ninguna índole. Porque además nos respetamos a nosotros, a la necesidad de ser auténticos dentro de nuestra línea que ni busca ni provoca el sensacionalismo y por eso no necesitamos tomar sedantes. Queda claro entonces que Raúl Lastiri no estaba "necesitado" de ir a televisión para anatematizar a nadie -hecho innegable- y que cuando atribuyó a Perón una expresión tajante, al mismo tiempo señaló la presencia de otro testigo irrefutable -para quienes conocen sus atributos morales-como el Escribano Mayor de Gobierno, Jorge Garrido. Nada fue provocado.
Bernardo Neustadt: ¿Perón quería ser presidente de la República?
Raúl Lastiri: Rotundamente ¡no! Si no hubiera sido por la ineficacia de nuestro gobierno, desde el 25 de mayo, el general Perón no habría tenido que gastar su vida asumiendo la presidencia por tercera vez, que, le aseguro, no ambicionaba. El quería venir a colaborar con el Gobierno, y hubiera sido un gran consejero y un gran embajador. Pero "nuestro fracaso" lo llevó a tener que asumir su responsabilidad y así entregó su vida.
Neustadt: Dice ineficacia de "nuestro gobierno", "fracaso de nuestro gobierno"… El presidente entonces tenía nombre y apellido: Héctor Cámpora. Que además señalaba permanentemente su lealtad a Perón. ¿Qué pasó? ¿Fue desbordado? ¿Era un ingenuo? ¿Se desvió ideológicamente?
Lastiri: Usted mismo da todos los matices: desbordado, ingenuidad, desviación. Cámpora como presidente, pienso yo, no justificó ni la confianza de Perón ni la fe del pueblo. Fue necesario pedirle la renuncia a Cámpora y a Solano Lima.
Neustadt: ¿Perón realmente sabía que le acortaba la vida asumir la presidencia?
Lastiri: Por supuesto. Un gasto físico que no podía soportar… Si Perón no hubiera sido presidente hoy no estaría muerto…
Neustadt: ¿Necesita el Gobierno un primer ministro?
Lastiri: No, la señora presidente parece frágil, pero es fuerte y va a sorprender a más de uno con su modo de ser, porque escucha, decide y nadie la cambia. Es al mismo tiempo Presidente, Primer Ministro y Jefe de Gobierno.
Neustadt: Argentinizar la economía es un éxito. Perseguir al capital extranjero, en vez de fijarle límites, garantías y deberes, un error.
Lastiri: Justamente el peronismo acepta los capitales e incluso les admite una legítima ganancia, pero no usura. No perseguimos a nadie sino que pretendemos trabajar con todos dentro de nuestro sistema argentino y de las leyes que fijemos. El socialismo puede andar bien en Suecia, en Francia, en otros países. Pero aquí hay Justicialismo, porque es argentino y porque así lo creó Perón.
Neustadt: En la última multitudinaria reunión del gabinete, con la CGT, con la CGE, con las Fuerzas Armadas, tengo entendido que el sector gremial, a través de Casíldo Herreras, planteó la necesidad de que, ya que la situación económica era realmente floreciente a través de las cifras que se volcaron, se tomara en cuenta la situación en que están algunos dirigentes sindicales, que con su sacrificio personal y de algún modo con el desprestigio de ellos se había conseguido esta situación, y que había que empezar a repartir.
Lastiri: Es cierto, y le agrego otra cosa más a esto que usted dice. Se lo digo en forma terminante, y lo comparto, ampliamente, no porque sea la presidente de la Nación, sino porque es un criterio mío. Yo veo un gráfico muy bien pintado, con colores muy bonitos, pero que la realidad de todos los días me está diciendo que ese gráfico muy bien hecho no es el que estamos viviendo diariamente. La Presidente de la Nación quiere observar ese gráfico y, también la realidad del país. Y si ese gráfico no dice la verdad, tenga usted la seguridad total de que la Presidente de la Nación hará las reformas necesarias para que la realidad sea igual que esos colores y esos dibujitos tan bien hechos.
http://www.bernardoneustadt.org/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario