sábado, 19 de diciembre de 2009

El tren del fin del mundo - parte 1






En el año 1883, el Presidente Julio Argentino Roca presenta un proyecto de Ley al Congreso de la Nación, el cual propicia una "colonia penal al sur de la República". En su mensaje a los legisladores alude a los buenos resultados obtenidos con iniciativas similares por Francia en Nueva Caledonia y Argelia y por Inglaterra en Australia.

La ley no se había sancionado cuando, en 1884, llegan los primeros presos civiles a Ushuaia. Son elegidos por sus aptitudes físicas y por sus habilidades manuales para la instalación de una estación de la Prefectura en Tierra del Fuego y en Isla de los Estados y para la construcción de un Faro.

Al frente de la misión está el Coronel de Marina Augusto Laserre quien, el 12 de octubre de ese mismo año, funda Ushuaia, vocablo de la lengua de los aborígenes Yamanas que significa: "bahía profunda hacia el Oeste". A los pocos días, el Presidente Roca promulga la ley por la que se organiza los Territorios Nacionales en nueve gobernaciones. Una de ellas es Tierra del Fuego. Y el 27 de junio de 1885, por decreto, fija en Ushuaia la capital de la gobernación más austral.

A fines de 1895, el Congreso sanciona la Ley 3.335 cuyo artículo 1º dispone: "las penas correccionales o de prisión que los jueces de la Capital Federal y Territorios Federales impongan a los reincidentes por segunda vez, serán cumplidos en los Territorios Nacionales del Sur que el Poder Ejecutivo designe al efecto". El 3 de enero de 1896, se designa al territorio de Tierra del Fuego para el cumplimiento de dicha Ley y se encomienda a su gobernador el proyecto de construcción y la reglamentación del Penal. Pocos días después, en instalaciones provisorias y absolutamente precarias, se habilita en Ushuaia la Cárcel de Reincidentes.


En los primeros meses del siglo, el Penal recibe a sus primeros habitantes. Son condenados a pena de presidio, un peldaño anterior a la pena de muerte según el Código Penal de la época. Se trata de reclusos de la peor calaña, la hipótesis de colonización pierde sentido. El ingeniero Catello Muratgia, segundo director del penal, comienza la construcción definitiva de un establecimiento carcelario adecuado y el 15 de septiembre de 1902, coloca la piedra fundamental.

La cárcel se construye con materiales de la zona: roca basáltica, madera de los bosques, arcilla y arena del suelo da la región y de los riachos cercanos. La mano de obra la constituyen, por cierto, los penados. Para trasladar los materiales se monta el XILOCARRIL, es decir un tren que circula sobre rieles de madera. Su trocha tiene menos de un metro de ancho y su tracción la forman fuertes bueyes que arrastran los vagones playos por sus humildes vías.

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1 comentario:

  1. Por ambicion y falta de nacionalismo, los gobiernos argentinos de las ultimas decadas permitieron que el FFCC pierda la importancia que tiene hoy a lo largo y ancho del planeta , ojala algun dia Dios y la Patria se los demande.

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